Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

domingo, 16 de octubre de 2011

EL JARDÍN... o epístola de amor y desamor al amor.



Mi Jardín, 16 de Octubre de 2011


Amor... tan escurridizo Amor:

Realmente me hace daño su presencia, su nombre, su esencia, cada una de sus letras, cada una de sus pronunciaciones, de sus sonidos, de sus anagramas, de su aroma en el aire que respiro; y no es porque el amor sea malo, es que el amor que floreció en mi corazón no es correspondido. Mi amor  es como un jardín que nació de la nada, tulipanes sonoros como campanas, margaritas blancas y amistosas que a todos quisieran abrazar, rosas perfumadas, girasoles que se mueven al ritmo del latido… de su latido.

Mi jardín perece, nunca consiguió jardinero fiel, jardinero bueno, el amor para existir necesita de su igual, de otro amor… como el diástole y el sístole son del corazón… así nunca llego ese amor que con cariño podara y arrancara la mala hierba, un amor que cuidara mi jardín… y las flores se van marchitando, muriendo, hasta no quedar nada… rojo desierto, arena... que tal vez solo levante el viento… o lo que es peor aún que solo queden las espinas y las odiosas ortigas enredadas en mi alma, en mi cuerpo.

Yo sabía que amar dolía... pero jamás imagine sentir tan fuerte dolor. Lo peor de todo es que a pesar de todo, mi jardín de amor sigue habiendo tulipanes… pero perdieron su sonoridad, mis margaritas asustadas parecen esconderse, las rosas dejaron de perfumar y crecen cada vez más sus espinas, y aquellos girasoles aún optimistas siguen encumbrándose hacia el sol… ese único sol… tú el amor mi único sol… Quisiera que siempre fuera de noche, para que mis girasoles jamás vean tu luz para morir más rápidamente.

Amor, que fácil es decirte y pronunciarte, que fácil es escribirte y gritarte, que fácil es sentirte  y desearte, pero qué difícil es tenerte, encontrarte  y retenerte. Cuando tú quieras me tendrás... yo estaré esperando y esperando... porque a pesar de tu indiferencia este jardín de amor se abona de mi soledad y se riega con mis lágrimas.

Te amo Amor aunque llegues a mí en forma de plaga, no me importará luchar contra tus alimañas,  yo sabré  como curarme… y si es que aún quedas flores en mi jardín.

Félix Esteves





1 comentario:

  1. Felix Padron phoenixfpm@yahoo.com12 de noviembre de 2011, 22:45

    amigo... el dolor que trasmites a través de tus palabras, revivieron imágenes de mi pasado...

    pero sin embargo mi identificación también pude experimentar esos gratos momentos masoquistas que disfrute... un cordial saludos desde Venezuela-distrito c. Felix Padrón

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...